En marketing, el posicionamiento es un proceso de mejoramiento continuo. Siempre se buscan nuevas ventajas competitivas, beneficios relevantes y valor añadido. Dentro de las estrategias de marketing denominadas de posicionamiento, es común escuchar hoy en día la estrategia del branding. Pero, ¿realmente sabe qué es el branding? Veamos a continuación en qué consiste y cómo se construye.
Qué es el branding
Para entender qué es el branding, es importante empezar por decir que se trata de un anglicismo que se refiere al proceso de hacer y construir una marca. En otras palabras, es la gestión de marca. Su objetivo es hacerla conocida y deseada, que posea una imagen positiva en la mente y el corazón de los clientes potenciales.
Mediante procesos de planeación, estructuración, gestión y promoción, garantiza que todos los grupos de interés (stakeholders) tengan una mejor visibilidad de la empresa, que se aumente la participación en el mercado y que tenga una buena reputación para su público objetivo.
Diferencias entre branding, marca e identidad visual
El principal error que se debe evitar al pensar en qué es el branding es confundirlo con otros términos como marca e identidad visual. Para ello debemos conocer qué representa cada uno de estos tres términos:
- Qué es el branding: son las acciones que se realizan para crear una imagen determinada de las empresas.
- Qué es la identidad visual: es el conjunto de elementos tangibles de la marca que unidos crean la imagen de ella. Esto incluye logotipos, colores, fotografías, elementos gráficos, entro otros.
La identidad de marca es tangible, es la imagen visual de la empresa, mientras que el branding es intangible, es lo primero que llega a la mente del cliente cuando piensa en la empresa.
- Qué es la marca: es cómo las personas perciben la empresa.
¿Cómo implementar la estrategia de branding con éxito?
Es primordial tener en cuenta que el branding es una estrategia de marketing a largo plazo. Esta se desarrolla con el fin de garantizar la continuidad de la empresa y la marca en el mercado.
Para comprender mejor qué es el branding y diseñar su estrategia con éxito, se deben tener en cuenta las siguientes etapas básicas:
1. Identificar al cliente ideal
La base de cualquiera de las estrategias de marketing es el conocimiento del cliente. Establecer el perfil del cliente ideal es fundamental. Debemos conocer sus patrones de compra, hábitos, comportamiento y modo de interactuar en sociedad. Así, las estrategias de posicionamiento tendrán mejores resultados.
2. Definir los objetivos
Deben ser objetivos SMART. Estos se caracterizan por poseer notoriedad y estar dirigidos a potenciar las ventas y a vincular los valores de la empresa.
3. Analizar la competencia
Conocer la competencia hace que el proceso de creación y diferenciación de la marca sea más sencillo. Identificar sus estrategias, sus tácticas, el capital humano que posee y las acciones de comunicación que utiliza, determinan qué posición del top of mind ocupan en el consumidor. Para ello, utilice motores de búsqueda como Google, funciones avanzadas de búsqueda en plataformas sociales y los sitios web.
4. Desarrollar la propuesta de valor
Para el desarrollo de la propuesta de valor existen un gran número de posibilidades. Entre ellas, las más representativas pueden ser el precio, la calidad, el nicho de mercado, el estatus, la exclusividad, entre otras.
5. Definir el mensaje
Los consumidores no adquieren un producto o un servicio. Compran, generalmente, la emoción que este les hace sentir. El storytelling podría ser la mejor propuesta de valor para transmitir al cliente ideal por medio de un buen canal de comunicación.
6. Definir nombre, logotipo, color, slogan
Todo lo relacionado con la expresión gráfica es parte fundamental de la estrategia de branding. El nombre de la empresa, el logo, los colores corporativos, el slogan, las fuentes y tipografía a utilizar.
7. Definir canales de comunicación
Los canales a utilizar para comunicar la identidad de marca, pueden ser tradicionales o en línea, pagos o gratuitos. Entre ellos podemos citar vallas publicitarias, televisión, página web, redes sociales, entre otros.
8. Establecer los mecanismos de evaluación
Es necesario diseñar indicadores de rendimiento que permitan medir o cuantificar los resultados de los objetivos. El posicionamiento de una empresa, marca, producto o servicio no puede ser temporal. Una vez realizado el proceso, no se deben descuidar la innovación ni la calidad. Ahora que ya sabe qué es el branding y que sus estrategias abarcan diferentes aspectos, puede optimizar sus relaciones con los clientes. Se trata de trabajar constantemente en la búsqueda de una conexión auténtica y humana con ellos para ganar su confianza y mantenerla.
Para el desarrollo de la propuesta de valor existen un gran número de posibilidades. Entre ellas, las más representativas pueden ser el precio, la calidad, el nicho de mercado, el estatus, la exclusividad, entre otras.